PSICOTERAPIA

El proceso terapéutico se alarga más en el tiempo y es una posibilidad que se puede abrir una vez resuelto lo urgente. No apela tanto a la necesidad de resolver algo concreto, sino a la curiosidad y a la búsqueda de la verdad en uno mismo.

Como terapeuta, acompaño a mis pacientes desde mi propio proceso porque creo que es el único camino. No hay técnicas ni masters que te enseñen a acompañar a alguien a revisar sus creencias y sanar las heridas de su alma. Sólo una actitud presente y amorosa y un proceso personal de terapia y aprendizaje convierten ese acompañamiento en una experiencia profundamente humana y el contacto en un espacio de sanación.

Las heridas más profundas de nuestra alma se dieron en relación y se sanan en relación y necesitan su espacio y su tiempo. Por eso es proceso.

Detrás de todos nuestros engaños, confusiones, deseos y búsquedas está el anhelo de poder descansar en lo más profundo de nosotros mismos. Ese descansar en el vacío, en esa esencia silenciosa que se permite estar en paz, es la perla del proceso de terapia.